En Irán, centenares de mujeres han optado por raparse el cabello y vestirse con ropa masculina con la finalidad de ser vistas como hombres y así evitar a la Policía de la moral, agentes encubiertos que supervisan que las normas sobre la vestimenta islámica se cumplan. Su objetivo es asegurar el cumplimiento del hijab, las reglas obligatorias que requieren que las mujeres cubran su cabello y sus cuerpos y no usen cosméticos.
Sin embargo, estas jóvenes están decididas a hacer respetar su libertad y publican fotografías con este tipo de apariencia en sus redes sociales desafiando las estrictas leyes del país. La página de Facebook My Stealthy Freedom es la encargada de recopilar los testimonios de mujeres contrarias al velo obligatorio y en general a todas las restricciones que sufren en Irán.
"El Gobierno quiere crear miedo, pero las mujeres han encontrado su propia manera de caminar libremente por las calles de Irán o de conducir sin cubrirse la cabeza. Es una guerra cultural grave entre dos estilos de vida. Para las mujeres, el cabello es su identidad y cortarlo solamente para evitar a la Policía de la moral es muy doloroso, pero de alguna manera, valiente", escribe Alinejad en la página, que cuenta con más de un millón de seguidores.
‘Gasht-e Ershad’ es el nombre específico de este grupo de agentes encubiertos que deberán informar de las trangresiones a la policía, que será la que decida actuar o no. El presidente, Hassan Rouhani, ha mostrado su oposición a este grupo y quizás sea una esperanza para que algunos códigos cambien en Irán.