El suceso se registró en la ciudad de Santa Bárbara, en el occidente del país. A los dos policías se les sigue un proceso administrativo luego que circulara en las redes sociales, imágenes en las que aparecen “besándose”, pero separados por un vidrio.
Tras el escándalo, los agentes Ever López y el otro, conocido solo con el apellido de Espinoza, fueron sancionados, enviándolos a la sede de la Escuela Nacional de la Policía, donde permanecen internados.
Las autoridades policiales indicaron en un comunicado que las imágenes son morbosas y ellos hacen ver mal a la institución, aunque reconocieron que se trataba de una burla. "Fue una broma de mal gusto, fue una charra de policías".
En las redes sociales las fotografías están causando una serie de comentarios homofóbicos y también cuestionan el derecho a bromear. Muchos hondureños han mostrado su apoyo a los agentes.