El pasado 19 de mayo, los Record Guinness reconoció a Poppy como el gato más viejo del mundo. El felino justo había cumplido 24 años, lo que equivale a 114 en edad humana. Pero, el fin de semana pasado, Poppy falleció.
Jacqui West, dueña de la mascota, dijo al diario inglés Western Daily Press que el hecho ha impactado fuertemente a su familia. "Sabíamos que estaba viejo, pero de todas formas nos ha afectado mucho y nos costará un tiempo asimilarlo", confesó.
A esto, la mujer agregó que "la semana pasada fue muy mala para el gato. Estuvo con antibióticos desde el miércoles debido a una infección y sus patas traseras parecían no poder moverse más. Ya no era Poppy".