En gustos y colores hay todo un universo y el plano sexual no es la excepción, o mejor dicho, es la prueba más clara de ello. Fernando Torres es, por ejemplo, un español que solamente es capaz de excitarse cuando siente el olor de las palomitas de maíz. Sí: el ‘pop corn’, la ‘canchita’.
El caso de este ciudadano de Madrid se originó cuando tuvo una aventura amorosa con una chica que trabajaba en un cine. Dado que ella tenía novio, sólo podían tener relaciones sexuales escondidos en la oscuridad de la sala.
Pese a que ya han pasado un par de años desde aquel romance furtivo, la experiencia parece haber quedado grabada en su subconsciente. “Si no huelo a palomitas, no me puedo excitar. Ese olor me recuerda momentos, me excita mucho”, confiesa.
Ahora, cuando tiene una cita con alguna fémina, la invita a su casa y 10 minutos antes de que llegue, prepara este bocadillo. Si el encuentro es en el auto, deja bolsitas con el snack en la guantera del automóvil, por si la cita se pone romántica.
“Si no huele palomitas, no puedo mantener relaciones sexuales”, sentencia. Pero no se confunda. Fernando no se atiborra comiendo palomitas, sólo las quiere para sentir su aroma.
Pese a lo que se pueda pensar, la condición de este español puede ser más común de lo que parece. Según la prestigiosa revista Men’s Health, las palomitas despiertan el apetito sexual.
La ‘magia’ detrás de ello es que contienen un nutriente llamado Arginina, el cual mejora el pulso sanguíneo y aumenta la cantidad de esperma de los hombres.