El empresario Leszek Lyson, ferviente seguidor del Sumo Sacerdote, financió una representación de Karol Wojtyla en las afueras de la ciudad de Czestochova, al sur de Polonia. Sus 13,8 metros de alto y 10 toneladas de peso le han valido el reconocimiento como la estatua más alta hecha en honor a Juan Pablo II.
"En mi vida privada siempre me guié por las enseñanzas de Juan Pablo II. Para mi fue y seguirá siendo muy importante. A él le debo la vida de uno de mis hijos, que estuvo a punto de morir ahogado y fue salvado gracias a él", dijo Lyson en la ceremonia de inauguración del monumento.
De esta manera, Polonia ha ganado otra atracción para los turistas católicos, pues ya era reconocida por su símbolo nacional, la Virgen Negra que se encuentra en la misma ciudad de Czestochova. Asimismo, alberga otro de los monumentos religiosos más grandes, una estatua de Cristo que supera en tres metros a la del Cristo Redentor en Brasil y que compite también con la del Cristo de la Concordia de Cochabamba.
