Una monja católica se ha convertido en el centro de la polémica tras haber admitido el robo de US$130.000 en dos parroquias rurales en el oeste del estado de Nueva York para financiar su adicción al juego y gastarlo en casinos.
La hermana Mary Anne Rapp, de 68 años, fue llevada ante un tribunal tras la denuncia del reverendo Mark J. Noonan, quien alertó la desaparición de una cuantiosa cantidad de dinero en las parroquias en las que la monja laboró entre 2006 y 2010.
Después de varios meses de investigación se pudo comprobar la culpabilidad de la anciana, quien podría pasar un máximo de seis meses en la cárcel cuando sea sentenciada el próximo mes de julio.
