El Ministro de Desarrollo alemán, Dirk Niebel, realizó un desafortunado comentario al declarar que los productos alimenticios elaborados con carne de caballo, deberían ser repartidos a los pobres, ya que 'sería irresponsable tirar comida'.
Ante la polémica opinión de Niebel, diversas autoridades y políticos reaccionaron calificando la propuesta como 'inhumana e indigna'. “Cada quien debe saber que está comiendo, no importa si es rico o pobre”, comentó la Ministra de Asuntos Sociales, Ursula von der Leyen, al rechazar la idea de una 'alimentación de dos clases'.
Por su parte, el titular de la cartera de Desarrollo, intentó justificarse aduciendo que más de 800 millones de personas sufren de hambre y que "también en Alemania hay personas que no tienen suficiente dinero para comprar alimentos”.
