“Lo que me gustaría es que me dejaran terminarlo, ya que solo hice una preparación para continuar pintándolo, pero no me fue permitido. Estoy convencida de que lo habría dejado bien, como ya hice en otras ocasiones”, dijo Cecilia Jiménez.
La octogenaria, además, agradeció las muestras de cariño de personas que la hacen “sentir mejor”, tras toda la polémica a nivel internacional que ocasionó su ocurrencia: lo publicaron en medios de todo el mundo, además de blogs y redes sociales.
“Siento una gran alegría de que el Santuario y Borja se conozcan en todo el mundo gracias a mí, aunque esa no era mi intención cuando me dispuse a arreglar el Ecce Homo”, indicó Jiménez.