Johan Maza Quezada, apodado el "ladrón burlón" por su actitud desafiante ante la policía, ha transformado radicalmente su vida. En 2017, fue capturado por octava vez tras robar un celular a una madre en Puente Piedra, Lima. Su actitud relajada y burlona durante su detención se volvió viral, llevándolo a cumplir tres meses de prisión preventiva. Hoy, Maza es un ejemplo de reinvención, ganándose la vida como creador de contenido en TikTok y vendedor de ropa en Gamarra, demostrando que todos merecen una segunda oportunidad.
DE LA CÁRCEL A LAS REDES SOCIALES
El arresto de Johan Maza en 2017 fue un momento decisivo en su vida. Tras cumplir su condena, decidió alejarse del mundo delictivo que lo había llevado a la cárcel en múltiples ocasiones. Aprovechando la fama que adquirió durante su última detención, Maza se lanzó al mundo de las redes sociales, compartiendo su día a día y mensajes de superación personal. En TikTok, donde ha conseguido miles de seguidores, sus videos combinan humor con lecciones de vida, convirtiéndose en un referente para aquellos que buscan salir del círculo delictivo.
"Así como antes me paraba en una esquina esperando una víctima, ahora espero un cliente", dice en uno de sus videos más vistos, mientras muestra su trabajo como vendedor de ropa en Gamarra. Sus seguidores no solo celebran su cambio, sino que también lo apoyan en su nueva etapa, destacando su autenticidad y carisma.
UN INFLUENCER EN GAMARRA
Actualmente, Maza no solo genera ingresos a través de TikTok, sino que también trabaja como vendedor ambulante en el emporio comercial de Gamarra, donde ofrece pantalones y otras prendas de vestir. Su capacidad para conectar con la gente y su historia de superación le han permitido ganarse el respeto de sus clientes y seguidores. Además, ha comenzado a colaborar con marcas, aprovechando su popularidad en las redes sociales para hacer publicidad y ampliar su alcance.
"Ahora 'roba' likes, no celulares", comentan sus seguidores en alusión a su pasado. Esta frase, que se repite en muchos de sus videos, refleja el apoyo que ha recibido y cómo su historia ha resonado con miles de personas que ven en él un ejemplo de que es posible cambiar.
UN CAMBIO INSPIRADOR
La historia de Johan Maza es un recordatorio de que una segunda oportunidad puede cambiar el rumbo de una vida. Tras su última detención, decidió alejarse del crimen y utilizar su experiencia para advertir a otros sobre los peligros de la vida delictiva. Hoy en día, sus videos no solo muestran su trabajo como vendedor, sino también mensajes de reflexión dirigidos a jóvenes que, como él en el pasado, podrían estar en peligro de tomar malas decisiones.
Maza también ha utilizado su plataforma para elogiar la labor del Grupo Terna, la unidad de la policía que lo detuvo en 2017, reconociendo que su captura fue un punto de inflexión en su vida. “Estoy agradecido por la oportunidad de cambiar. Si no fuera por ellos, no estaría aquí”, menciona en uno de sus videos más emotivos.
(Con información de Diario La República)
