Stella es una perrita de año y medio que aprendió a comunicarse con su dueña de una manera bastante peculiar, usando botones con comandos de voz.
La singular situación sucede en la ciudad de San Diego, California (Estados Unidos). Allí, Christina Hunger, una patóloga del habla, tuvo la idea de diseñar un tablero con botones especiales que al oprimirlos se escuchan distintas palabras.
De esta forma, la mujer de 26 años logró enseñar a su mascota a entender la dinámica y comunicarse con ella armando frases breves al oprimir los botones.
En un principio, Stella aprendió a comunicarle a su humana que quería salir de casa para pasear o ir al baño oprimiendo el botón que dice "Afuera". Luego aprendió a hilar frases un tanto más complejas y específicas usando 29 palabras, al punto que ahora sabe decirle a Christina si desea salir a la playa o la calle, si escuchó algo afuera o si quiere jugar a la pelota.
Hunger trabaja con niños de 1 y 2 años de edad, a los cuales les enseña a aprender a comunicarse usando palabras básicas, por lo que decidió probar la técnica con su perrita cuando tenía la edad de 2 meses.
Con el experimento convertido en todo un éxito, Christina demostró que los perros son seres más inteligentes de lo que podemos pensar e incluso son capaces de aprender a comunicarse con nosotros mediante palabras.