Aunque a muchos no les guste la idea, vivimos en un mundo diverso. Esto quiere decir que por naturaleza las personas tenemos diferencias. Algunas de ellas pueden llevarnos incluso a cumplir nuestro sueños de formas inesperadas.
Laith Ashley de la Cruz (26) es una estrella del modelaje de Nueva York. Sus miles de seguidoras en Instagram enloquecen por su mirada penetrante, sus hombros anchos, y sus abdominales de acero. Sin embargo, hay un pequeño e inesperado detalle detrás: Ashley nació siendo mujer.
Hace tan solo dos años que inició su trasformación, pero eso no le ha impedido convertirse en toda una sensación que estuvo presente en el New York Fashion Week en febrero e incluso posó para el lente del legendario fotógrafo Bruce Weber, en un calendario de la lujosa marca Barneys New York.
“Ser un modelo ahora definitivamente es emocionante. Siempre es un shock cuando voy al gimnasio o a la tienda y la gente me reconoce. Me hace sentir bien, pero puede ser algo chocante”, dice el joven de raíces dominicanas en declaraciones al Daily Mail.
Fue a los cinco años cuando se dio cuenta que su cuerpo y su identidad de género estaban “desalineados”. Cuando era una adolescente de 17 no estaba completamente segura de qué ocurría, así que le dijo a sus padres que era gay.
“Por ese tiempo no sabía lo que era un transgénero, así que sólo les dije que tenía una novia”, explica. “Pero nunca me sentí bien con la idea de ser una lesbiana”. Finalmente, un año antes de comenzar su tratamiento médico, le dio las noticias a su madre.
“Mi madre es una cristiana pentecostal, y aunque me amaba entró en conflicto con su fe”, dice. Sin embargo, asegura que ahora ella presume con sus amigos de la Iglesia. “Mi papá lo tomó bien. Le dije que si él estaba orgulloso de mí le quitaría el poder a los que me critican ¿A quién le importa lo que los demás piensen si él está orgulloso?”, continúa.
Tras dos años de suministrársele testosterona, se sometió a una cirugía en 2015. “Hubo mucho miedo al principio”. Le tomó seis años comenzar la transición desde que se dio cuenta de quién era, pero “Una vez que vencí el miedo, nada me detuvo. Estoy más cómodo que nunca”.
Ahora él se somete a una rutina de ejercicios tres veces por semana para mantener su musculatura. “Cuando me veo al espejo estoy satisfecho con la imagen. Es como quiero presentarme al mundo. Este soy yo”.
Desde que empezó a modelar, ganó más de 60 000 seguidores en Instagram y actualmente cuenta con 131 000 fans. También ha recibido el apoyo de estrellas como Whoopi Goldberg y la actriz transgénero Laverne Cox, pero todo fue tan inesperado que llegó a abrumarlo.
“Pasé por un periodo donde estuve muy sobrecargado. Me concentré en todos los comentarios negativos que estaba recibiendo y solo quise desaparecer”, dice. “Nunca pensé en mi como un ejemplo. Fue una etiqueta que me pusieron luego de que mis fotos comenzaran a circular en las redes”.
Ahora el joven que solía trabajar en el negocio de los seguros de salud, afirma que le apasiona la idea de ser un activista para la comunidad LGBT. “Sé que muchos me admiran porque puedo caber en la imagen que ellos quieren alcanzar, lo que tomo con increíble humildad”, sostiene.
“Pero también quiero decirles que el viaje de su vida es sólo suyo. La gente debería ser auténtica consigo misma. No tienen que caber en un molde”, acota.