Se trata de un joven llamado Josh Hood, operario de un lavado de coches en Slidell, Louisiana, quien salvó de morir tras quedar enredado alrededor de un depurador mientras trabajaba. El hecho que ha dado la vuelta al mundo, fue registrado por las cámaras de seguridad del lugar. "Daba miedo. Yo estaba en el ejército, y era más aterrador que cualquier cosa que yo haya visto en el mundo de los militares.", relató para un medio.