Qué duda cabe que los elefantes son animales realmente impresionantes y no solo por su gran tamaño e inteligencia, sino también por su increíble nobleza y gran corazón. Y es que estos inmensos paquidermos son muy cariñosos y leales a sus seres queridos y también a las personas con las que crecieron, en caso hayan nacido en cautiverio.
Prueba de esto es el conmovedor reencuentro de un domador de circo con Sunita, una elefante que fue adoptada por este hombre y su esposa en 1955. “Nita”, como la llamaban afectuosamente, se convirtió en el "niño" de la pareja y Charlie se centró en su formación, llevarla a los desfiles, grabación de programas de televisión y otros eventos.
Sin embargo, ya que la industria cambió y Charlie se hizo mayor, sabía que era el momento de dejar a Nita en una mejor casa donde tenga todos los cuidados necesarios y por ello la donó al Parque de Animales Salvajes de San Diego en California.
En 2013, después de 17 años desde que la dejó, este octogenario domador de circo fue a visitarla y el reencuentro fue más que conmovedor. El elefante no solo mostró su afecto sino que también obedeció a todas las órdenes de Charlie, como en los viejos tiempos.