Los cines ubicados en pleno corazón de Lima que años atrás estaban llenos de cinéfilos que abarrotaban las instalaciones para ver películas de calidad y en estreno, se han convertido hoy en centros de perdición.
Aparte de las películas de sexo explicito que allí se propalan, dudosos personajes ofrecen sus servicios sexuales en plenas butacas, a vista y paciencia de todos y sin ningún de condición higiénica. El Dominical.