En Estados Unidos, un pescador relató el terrible momento que vivió en el mar cuando una ballena jorobada intentó convertirlo en su comida, se lo “tragó” por unos segundos, pero después lo escupió, para su fortuna.
Según relata Michael Packard, se encontraba atrapando langostas en las costas de Massachusetts, cuando fue sorprendido por el gigantesco animal, pensó que moriría, pero para su sorpresa el cetáceo lo devolvió al mar.
Afortunadamente todo no pasó de un susto, no hubo huesos fracturados, agradeció a los salvavidas quienes lo auxiliaron y llevaron hasta el hospital, donde manifestaron que no tenía ninguna herida de gravedad.