Nueve muertos y decenas de heridos deja a su paso el Huracán Florence, que la mañana de ayer tocó tierra en el sureste de los Estados Unidos, los meteorólogos alertan que las inundaciones empeorarán en varias ciudades, lo que agravaría la situación de los pobladores que se encuentran atrapados en sus casas sin agua, luz, alimentos ni medicinas.
Según medios de comunicación, la mayoría de los fallecidos y lesionados es por la caída de árboles sobre viviendas, choques en la carretera, falta de atención médica, las ambulancias no pueden llegar a las emergencias por el mal tiempo, personas electrocutadas, etc.
Florence se mantiene amenazante con vientos máximos sostenidos de 70 millas por hora (110 km/h) y se prevé que cause mayores inundaciones mientras avanza sobre Carolina del Norte, tras pasar primero por Carolina del Sur, donde varias ciudades han sido arrasadas por completo.
La mayor preocupación de las autoridades no radica en las fuertes ráfagas, pues, aunque el ciclón ha perdido fuerza en las últimas horas, mantiene el agua que arrastra, tanto en lluvias como en la intensidad de la marejada ciclónica.
Estos dos factores llevaron a que los ríos se desborden e inundasen varias ciudades, los moradores (hombres, mujeres y niños) tuvieron que subir a los techos de sus viviendas a la espera de ser rescatados, lo que no se produce rápidamente ya que las condiciones no lo permiten.
