Hace cinco años, Duván Pino dejó su natal Cali en Colombia para empezar una nueva vida en Perú. Su forma de mantener el hogar era a través de su oficio de barbero, una actividad que ama y en la que es muy bueno, sin embargo algo borró su sonrisa.
El joven barbero está harto porque ya no sabe qué hacer con su papá, quien está refugiado en el alcohol y las drogas, además lo acusa de haberle robado sus herramientas de trabajo. El amor incondicional de Duván hizo que lo perdone en reiteradas veces, pensando que dejaría la adicción a las drogas, pero nada cambió.
"Parece el colmo que mi papá me robe las máquinas, porque él sabe que con eso lo estoy apoyando, es mi fuerza y motor de salir adelante", relata Duván a Dilo Fuerte.
QUIERE REGRESAR A COLOMBIA
Según cuenta Gustavo, el padre de Duván, la primera vez que se drogó fue hace nueve años. Desde entonces, no ha dejado de consumir. "No quería venir aquí (Perú), yo en Colombia estaba bien, y no quiero rehabilitarme", cuenta.
El padre le robó máquinas valorizadas en 1200 soles y que Duván había comprado con sus ahorros. Sin embargo, las drogas no solo son el único problema que pasa el padre de Duván, sino las varices que tiene. "Quiero que me mande a Colombia", pide el progenitor.
"Yo pensaba que estando con nosotros, junto con mi hermana, él iba a tener un cambio, pero no ha sido así", expresa con pena Duván, quien le pide solo a su padre que no le robe sus herramientas de trabajo y que deje el mal camino.