Una historia para no creerlo. Esta es la historia de la señora Rosa Torres de 64 años de edad, quién fue echada de su casa, en Pachacútec, Ventanilla, por su propia hija. Este hecho ocurre tras haber vivido juntas más de 12 años. Incluso, la señora Rosa cuido los últimos meses de su hija Flor, cuando se enfermó de COVID.
“Que te hago yo en este cuartito. Yo no te molesto, yo no te pido nada a ti. Yo no me quiero ir”, cuenta la señora Rosa que le dijo a su hija Flor. Mientras que, Flor le responde: “ah, con que no quieres salir a las buenas, entonces a las malas será”. Tras esta pequeña conversación en los siguientes días, la hija cumple su palabra y la echa de la casa cercando la vivienda.
“Yo quería entrar a cambiarme y hacer mis cosas”, cuenta Rosa. A lo que un vecino le dice “Ya te cerró, ya. Anda a la comisaría y ven con un guardia; el guardia te va a hacer entrar”, dice rosa para el programa Dilo Fuerte.
Rosa no se rindió y acudió a la policía, solicitando ayuda para ingresar a su cuarto, pero en ese segundo intento para ingresar a recuperar sus cosas no pudo volver a ingresar a su cuarto, a pesar de contar con la ayuda de la policía.
Dentro de ello, lo único que le quedo a la señora Rosa, tras tocar varias veces la puerta, fue esperar sentada en el frío de la noche. Hasta que uno de sus hijos, vino a recogerla; sin embargo, tampoco podía quedarse con él.
Asimismo, otra de sus hijas, Edith es con quien ahora comparte momentáneamente el cuarto alquilado con su mamá. Edith fue a encarar a su hermana, que lamentablemente se convirtió en un enfrentamiento que termino con denuncias.
La señora rosa, no solo fue echada de su casa, sino que también fue denunciada. Ya han pasado poco más de 10 meses, desde que rosa, ya no vive en su casa, y que hasta ahora, su problema no llega a tener solución.