El llanto de varios jugadores auriverdes en la previa, durante y tras la definición por penales ante Chile, aún genera polémica en Brasil, pues muchos consideran que no supieron manejar la presión y mostraron debilidad.
Esta tarde, Marcos Evangelista de Moraes, Cafú, el último gran capitán brasileño en levantar una Copa del Mundo, Corea-Japón 2002, defendió el liderazgo de Thiago Silva, de 29 años, quien lleva en este Mundial la jineta.
Por su parte el técnico Luiz Felipe Scolari recurrió a la psicóloga Regina Brandao, junto a otras dos profesionales, para trabajar con él tras la intensa emoción vivida durante la agónica clasificación a cuartos contra Chile.
El capitán Thiago Silva, el arquero Julio Cesar y el propio Neymar rompieron a llorar tras lograr la clasificación, que estuvieron a punto de perderla, incluso antes del desenlace final como fue el caso del portero.
Esto fue muy criticado por la prensa brasileña y por importantes exjugadores de la selección auriverde, como el capitán del equipo campeón en 1970 Carlos Alberto, quien incluso dijo que Thiago Silva no se comparta como un líder y no merece la capitanía.