El exentrenador de la selección peruana, Óscar Ibáñez, volvió a sorprender con declaraciones que destapan tensiones internas en la Federación Peruana de Fútbol (FPF). Según relató en una entrevista reciente, durante su estadía en Videna descubrió una nómina de convocados que no correspondía a la que él había elaborado. El hallazgo lo hizo en una oficina que no era la suya y, al revisar, notó que contenía nombres de futbolistas distintos a los que él tenía en mente.
El exportero detalló que el documento lo encontró en el área donde trabajaba Manuel Barreto, actual entrenador de la Blanquirroja. Aunque no llegó a conversar directamente con él sobre el tema, Ibáñez admitió que le llamó la atención que se tratara de jugadores adultos, ajenos a los que había considerado en su propia lista. “Me sorprendió porque habían jugadores mayores”, señaló, dejando entrever que existía un manejo paralelo en la preparación de la selección.
La salida y las diferencias en Videna
Además de este episodio, Ibáñez contó que su salida de la selección se dio en un escenario de desacuerdos dentro de la FPF. Explicó que, tras culminar las Eliminatorias, Agustín Lozano le pidió continuar al frente del equipo para los amistosos de octubre y noviembre, pero Jean Ferrari mostró una posición contraria. Finalmente, la falta de consenso llevó a que se diera un paso al costado, aunque reconoció que hubiera preferido un manejo “más prolijo” para evitar confusiones.
El exguardameta también reveló que fue informado de la decisión final de no renovar su vínculo mediante un mensaje de WhatsApp, lo que terminó por confirmar el quiebre en su relación con la dirigencia. Aun así, evitó hablar de traición y sostuvo que entendía la situación como parte de las dinámicas del fútbol. Sin embargo, sus declaraciones no dejan de exponer la falta de claridad en la interna de la selección peruana durante el periodo de transición.