Un video difundido a través de la cuenta oficial de Instagram de la Comisión Nacional de Árbitros (CONAR), que luego fue denunciada como vulnerada, generó gran controversia en el fútbol peruano. En la grabación, personas que se identifican como árbitros afirman que “desde el 2018 los árbitros de fútbol hemos sido secuestrados por el actual presidente de la Federación Peruana de Fútbol”. El mensaje acusa a Agustín Lozano y su directiva de controlar los ascensos y descensos arbitrales, dejando de lado la autonomía de las comisiones que han integrado la CONAR en los últimos años.
Los denunciantes, que dijeron reservar su identidad “para evitar represalias”, señalaron que Lozano manejaría la Asociación Nacional de Árbitros del Perú con el objetivo de asegurar votos en próximas elecciones federativas. Incluso, recordaron que en 2024 su club ascendió a la Liga 1 “con todas las polémicas que se dieron en su momento”, lo que —según afirman— evidencia un conflicto de intereses. “No queremos ni imaginarnos lo que va a suceder cuando en algún momento su equipo llegue a pelear el descenso o el campeonato”, advirtieron.
Deudas y elecciones en el arbitraje
El video también denuncia retrasos en los pagos a jueces de primera división y FIFA, con deudas que alcanzarían “hasta los 15 mil soles cada uno”. Los supuestos árbitros cuestionan la actual directiva de su gremio, asegurando que fue “nombrada a dedo y sin ninguna elección”, y que una de sus integrantes es candidata al directorio de la FPF. “Algo absurdo, pero lamentablemente lo estamos viviendo”, sostienen, advirtiendo que la situación apunta a favorecer la reelección de Lozano.
El pronunciamiento termina con un llamado a distintas autoridades, entre ellas el Instituto Peruano del Deporte, el Ministerio Público, la Conmebol y la FIFA, para impedir que Lozano continúe al frente de la FPF. “Este señor revendedor de entradas está destruyendo al fútbol y nadie hace absolutamente nada”, concluyen, reclamando autonomía para el sistema arbitral. La CONAR, por su parte, emitió un comunicado en el que aseguró que su cuenta de Instagram “ha sido vulnerada por terceros ajenos a la institución” y rechazó de manera categórica el contenido publicado.
Finalmente, la página oficial de Instagram de la Conar fue eliminada, pero el video quedó publicado en múltiples cuentas que lograron descargar y subir el video.