Este viernes arrancó en Arequipa el Premundial Sudamericano de Voleibol Femenino 2017, ‘Copa LC Perú’ , donde nuestra selección lucha con Argentina, Colombia y Uruguay por su pase al Campeonato Mundial de Voleibol Femenino Japón 2018.
Desde su primera edición en 1952, es la quinta vez que el país nipón será sede de este torneo. Es, por lejos, el país que más veces ha sido anfitrión. Y ni qué decir de su desempeño, pues se ubica segundo en el medallero histórico ¿Pero, cuál es la razón?
Javier Ramudo García escribía en 2016 sobre la importancia del vóley en el blog ‘Otro deporte’, del diario español ABC. Aquella vez narró cómo en un viaje a Japón, llegó a contar a 500 chicos de equipos solo del centro de Tokio abordando el metro para ir a jugar un domingo por la mañana.
En Japón, el voleibol es considerado un deporte base y es el que más practicantes tiene en edad escolar. “En las escuelas se practica y estudia por los valores que trasmite: la solidaridad en el juego en equipo, el respeto y compañerismo por el rival, y la rotación de posiciones (contrario al fútbol)”.
Aunque el abandono hacia otros deportes individuales también suele darse con cifras muy importantes, el vóley como deporte de equipo tiene todos los requisitos que exige una sociedad como la japonesa, que exalta al máximo los valores colectivos y por ello es motivo de admiración.
Este es el país que espera a nuestras aguerridas matadoras, quienes ya vencieron a Uruguay en su debut y ahora se medirán ante Colombia en el Coliseo Arequipa.