Durante siglos, el Altar Q de Copán, en Honduras, fue considerado una de las piezas maestras del arte jeroglífico maya. Sin embargo, una nueva investigación publicada en Transactions of the Philological Society propone un hallazgo sorprendente: las manos esculpidas de los 16 gobernantes no son meros gestos ceremoniales, sino signos que ocultan un lenguaje numérico secreto. Según el antropólogo Rich A. Sandoval, estas manos representan fechas cruciales que habían permanecido invisibles a la mirada arqueológica.
LAS MANOS QUE ESCRIBÍAN EN SILENCIO
El Altar Q, tallado en el siglo VIII, muestra a la dinastía completa de Copán en orden cronológico. Cada figura sostiene un objeto ritual y deja una mano libre en posición específica. Hasta ahora se pensaba que eran gestos simbólicos, pero el estudio sugiere que corresponden a valores numéricos del calendario de Cuenta Larga, el sistema que los mayas usaban para medir grandes ciclos históricos.
Los paneles del altar revelarían cuatro fechas ocultas: 27 de noviembre de 437, 21 de octubre de 764, 7 de enero de 776 y 30 de abril de 820, momentos vinculados a muertes de gobernantes, rituales y cierres de ciclos. Curiosamente, estos datos no aparecen en los jeroglíficos tradicionales, pero sí se relacionan con los eventos narrados en la piedra.
SEGUNDA ESCRITURA MAYA POR DESCIFRAR
El descubrimiento sugiere que los mayas desarrollaron un sistema multimodal de escritura que combinaba jeroglíficos, arte y signos manuales. Las manos serían una especie de “escritura oculta”, accesible solo para iniciados, que complementaba la narrativa visual y textual.
Aunque algunos especialistas muestran escepticismo, las pruebas presentadas —como coincidencias numéricas, patrones repetidos y referencias al dios patrono de Copán— fortalecen la hipótesis. Este hallazgo abre la posibilidad de que cientos de esculturas y códices en el mundo maya escondan mensajes que recién comenzamos a descifrar.