Un intenso fenómeno climático sacude la costa del Perú, con vientos huracanados que alcanzan hasta 50 km/h en regiones como Ica, Lima, Arequipa, Moquegua y Tacna. Estas ráfagas, conocidas como los "vientos Paracas", han desencadenado tormentas de arena, cortes de energía y daños en infraestructura, afectando la rutina de miles de personas. El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) pronostica que estas condiciones, impulsadas por el Anticiclón del Pacífico Sur, persistirán hasta el 3 de agosto, acompañadas de un oleaje de hasta 3 metros en el litoral.
Perú enfrenta los vientos Paracas: ¿Por qué se llaman así?
El nombre Paracas, que identifica a estos vientos, proviene del quechua: "para" (lluvia) y "aco" (arena), lo que se traduce como "lluvia de arena" o "tormenta de arena". Este término describe con precisión el fenómeno que caracteriza a la región de Ica, donde las corrientes de aire levantan nubes de polvo que oscurecen el cielo y reducen la visibilidad, como ocurre actualmente en Paracas, Pisco y Nazca. El nombre también evoca a la antigua cultura Paracas, que floreció en esta zona entre el 700 a.C. y el 200 d.C., dejando un legado de textiles y cerámicas que aún fascina al mundo.
En Lima, las ráfagas de hasta 34 km/h han derribado árboles, letreros y cables eléctricos en distritos como La Molina, Comas y Surco, mientras que en Ica las tormentas de arena han paralizado el turismo y el comercio. El Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) recomienda reforzar viviendas, usar mascarillas para protegerse del polvo y evitar zonas con cables expuestos. Senamhi ha emitido una alerta naranja, y expertos han desmentido rumores que vinculan estos vientos con actividad sísmica, aclarando que se trata de un evento atmosférico.
La intensidad de los vientos Paracas ha sorprendido a los especialistas, quienes destacan que este episodio es uno de los más severos en años. Mientras las comunidades costeras enfrentan el desafío con medidas de precaución, el fenómeno resalta la conexión entre el nombre Paracas y la fuerza de la naturaleza en esta región. Las autoridades continúan monitoreando la situación para garantizar la seguridad y restablecer los servicios afectados, instando a la población a mantenerse informada.