Durante una entrevista ofrecida a la BBC, en relación al evento de la Fundación Nobel en Madrid, que tuvo como temática la vejez y la muerte, Mario Vargas Llosa, se declaró como un escritor constante, afirma que a sus 83 años, aún continúa escribiendo y planea seguir publicando. Aseguró que esa es la forma en la que le gustaría morir.
El escritor fue cuestionado sobre la muerte y sus percepciones respecto a esta. "La muerte a mí no me angustia”, aseveró Vargas Llosa, “La vida tiene eso de maravilloso: si viviéramos para siempre sería enormemente aburrida, mecánica. Si fuéramos eternos sería algo espantoso. Creo que la vida es tan maravillosa precisamente porque tiene un fin", reafirmó.
Respecto a cómo le elegiría morir, el nobel de literatura lo tiene muy claro. Afirma que es, precisamente, escribiendo como le gustaría vivir hasta el final de sus días. "Me gustaría que la muerte me hallara escribiendo, como un accidente", precisó.
Y escribir es lo que Mario sigue haciendo. En una rutina constante que es, según comenta, lo que lo ha mantenido hasta su edad, creando historias, con proyectos de libros aún por publicar. "Yo creo que es cuestión de disciplina. (…) Trabajo siete días por semana, 12 meses al año. Y no tengo la sensación de que es un trabajo. Realmente escribir es para mí un placer, aunque me cueste y tenga períodos muy difíciles", aseguró.
La muerte no le preocupa; hace una hora de ejercicio al día, escribe por vocación, es más, acaba de terminar un libro. Vargas Llosa dice: “No trabajo para la muerte, trabajo para la vida”, y asegura que si pudiera elegir, tras morir, le gustaría que lo recuerden precisamente por ese trabajo, como escritor.
