El caso de la niña de 11 años ultrajada y asesinada en San Juan de Lurigancho ha vuelto a tocar las fibras más sensibles de nuestra sociedad: el maltrato y abuso infantil. Un crimen especialmente repudiable, pero que lamentablemente vemos con cada vez más frecuencia.
Este tipo de actos hace que muchos nos preguntemos ¿qué puede llevar a un adulto a abusar sexualmente de un niño? La psicóloga clínica Carla Úbeda señalaba en un artículo para Universia Chile que no existe un perfil único de abusadores sexuales de niños.
Sin embargo, puede haber características para diferenciar a los abusadores intrafamiliares de los extrafamiliares. Recordemos que en más del 80% de los casos, los ataques a niños los realizan personas conocidas por el menor. Incluso familiares cercanos.
No son indicadores, señala, “el grupo socioeconómico al que adscribe, ni el grado de educación. Además, un muy bajo porcentaje presenta algún tipo de patología psiquiátrica”, aunque investigaciones han reconocido que hay ciertos factores de riesgo en estas personas.
Por ejemplo, tener un historial de maltrato infantil, abandono y también abuso sexual. Según su comportamiento, Úbeda describió dos grupos de abusadores:
Abusadores obsesivos o pedófilos: Que suelen estar implicados en casos de abuso extrafamiliar. “Abusan de varios niños diferentes, presentando una compulsión crónica y repetitiva”. Por lo general son hombres con una atracción a veces casi exclusivamente por preadolescentes, dice.
Estas personas también suelen rehuir las relaciones de pareja adultas. “Cuando son desconocidos, casi siempre usan la violencia física”. Sin embargo, si son conocidos de la víctima o su familia, pueden estar bien situados en las redes personales del niño y crear vínculos afectivos.
“Pueden elegir entre sus víctimas a niños y/o adolescentes desatendidos o con muchas carencias, en razón de una fragilidad familiar y/o social”, acota la experta.
Abusadores regresivos: Suelen ser adultos que ejercen abuso sexual intrafamiliar aunque estos, a diferencia de los obsesivos, “reaccionan abusando sexualmente de un niño frente a crisis personales o de pareja”.
Su orientación sexual tiende a los adultos, pero el deseo por los niños les llega en dichos períodos de crisis vitales. “Se ha descrito que presentan escasa reincidencia”, concluye la psicóloga.
¿Qué se considera abuso sexual?
Se considera abuso sexual cuando un adulto induce u obliga a tener contacto sexual a un niño(a) o adolescente. El perpetrador puede usar la fuerza física, soborno, intimidación, manipulación o aprovechar la falta de conocimiento del niño.
Este tipo de actos puede llegar desde mostrarle pornografía a un niño, tocamientos o la propia violación hasta utilizarlo para producir pornografía.