Con el paso de los meses la ciencia entiende mejor el comportamiento del nuevo coronavirus COVID-19, y desde un principio se supo que la pérdida del gusto y el olfato se ha convertido en uno de los síntomas más característicos del SARS CoV-2.
Pero ahora en algunos casos puede ser una condición que persista más allá de la enfermedad y es que un estudio preliminar publicado este lunes, que se presentará en abril en la 73 Reunión Anual de la Academia Estadounidense de Neurología, muestra que la ageusia y la anosmia pueden seguir experimentándose hasta cinco meses después de la infección.
Johannes Frasnelli, de la Universidad de Quebec en Trois-Rivires de Canadá y uno de los autores de este estudio, recuerda que, aunque el SARS CoV-2 es una enfermedad nueva, investigaciones anteriores ya habían constatado que muchas de las personas contagiadas pierden estos sentidos en las primeras etapas de la misma.