Debido a la poca actividad física que podían realizar dentro de casa, sumado a la falta de sociabilización con otros niños de su edad, muchos menores han presentado principalmente cambios de humor e irritabilidad, pero hay otros que expresaron su estrés a través del desánimo y la poca motivación para las actividades del día a día.
En otros casos los pequeños empezaron a sentir algún tipo de molestia inusual, como por ejemplo dolor de cabeza, pero este también es un síntoma del estrés y está relacionado al Bruxismo, que es cuando el niño descarga su tensión apretando los dientes y esto le genera el dolor de cabeza.
¿Cómo se manifiesta el Bruxismo?
El Bruxismo puede afectar el desempeño escolar de un menor, pues esta tensión que acumula en la mandíbula o el movimiento constante que realiza con los dientes, lo mantiene encismado, lo que lo distrae de aquello en lo que necesita concentrarse.
Si su hijo menor de edad presenta esta patología no se alarme, pues fácilmente se puede revertir solo necesita ayudarlo a descargar la tensión y el estrés que siente producto de no poder relacionarse con otros niños con normalidad.
El bruxismo recurrente o por un largo periodo de tiempo puede traer consecuencias como el desgaste de los dientes lo que puede terminar en una sensibilidad dental, pero además podría generar que un niño con una dentadura sana necesite de tratamientos correctivos largos y costosos.