Un crimen atroz conmociona a Huaral. Luis Ordinola Sotomayor, de 28 años, confesó haber asesinado y enterrado a su expareja María Dominga Pérez, de 39 años, y a los dos hijos de ella, de 4 y 8 años, en la vivienda que compartían desde hacía seis meses.
ESCALOFRIANTE CONFESIÓN
Durante su declaración, el feminicida narró con total frialdad cómo les dio de beber una sustancia molida en una taza y, al ver que no morían, golpeó a María con piedras y la enterró viva junto a los pequeños.
“Le di a la mamá, luego a los niños. Se fueron a dormir. Cuando se despertó, gritaba que la ayudara… le tiré piedras hasta dejarla inconsciente y la enterré”, dijo sin mostrar remordimiento.
Los cuerpos fueron hallados enterrados en el interior de la casa, donde el asesino permaneció una semana antes de ser detenido. Vecinos alertaron a la policía al verlo quemando las pertenencias de los niños.
En el velatorio realizado en Chancay, familiares de las víctimas expresaron su dolor y recordaron a María como una mujer alegre y trabajadora que se ganaba la vida vendiendo helados. Sus parientes aseguran que el asesino la controlaba y la había alejado de su familia.
“Era una mujer fuerte y cariñosa. Él la manipulaba, no la dejaba salir ni hablar con nosotros”, contó una prima entre lágrimas.
El padre biológico de los menores cumple condena por agresión, mientras que la familia de María pide apoyo para cubrir los gastos del entierro, ya que el municipio de Chancay retiró la ayuda ofrecida.
Las víctimas serán sepultadas hoy en el cementerio. La familia solicita colaboración para conseguir tres nichos y recibir donaciones al número 929 406 868, a nombre de Gladis Dalila Alarcón Pérez.
El Ministerio Público mantiene abierta la investigación por feminicidio y doble parricidio.


