Han pasado dos años desde que Iván Díaz Garrido fue secuestrado y brutalmente torturado en Trujillo. Durante su cautiverio perdió dos dedos y parte de la oreja. Este jueves 18 de septiembre comienza finalmente el juicio oral contra cuatro acusados, para quienes la Fiscalía solicitó cadena perpetua.
El abogado de la víctima afirmó que se trata de un “caso bandera”, pues busca sentar precedente frente a la cifra oculta de secuestros que muchas veces no se denuncian por miedo. Señaló que en este proceso se logró identificar a responsables directos y a otros colaboradores que aún no han sido procesados.
EXPAREJA AÚN SIGUE LIBRE, SEGÚN VÍCTIMA
Entre los acusados figuran la expareja de la víctima, sindicada como quien entregó información para concretar el secuestro; Amaya Bendezú, identificado porque dejó sus documentos personales en el vehículo utilizado en el rapto; y dos personas que recogieron el dinero del rescate, reconocidas por testigos.
El propio Díaz Garrido aseguró haber identificado a uno de sus captores durante una diligencia en prisión. “Yo lo que espero es justicia, porque demasiado tiempo ha demorado este proceso”, declaró.
El juicio oral podría extenderse hasta dos meses. La defensa espera que la sala confirme la responsabilidad de los acusados y dicte la máxima sanción.
Mientras tanto, el empresario advirtió que la situación de inseguridad en Trujillo se ha agravado con nuevos atentados y extorsiones. “El gobierno no controla, no toma acciones fuertes para acabar con esta maldad que afecta a toda la sociedad peruana”, expresó.