Diana Chávez, abogada de Proyecta Igualdad, una organización que apoya a la familia de una niña de 12 años que lucha por su derecho a un aborto terapéutico, llegó al set de Buenos Días Perú para hablar más sobre este caso.
La menor quedó embarazada tras ser víctima de una violación sexual sistemática durante varios meses por un hombre de 82 años, propietario de la casa donde ella y su madre vivían como inquilinas en el distrito de Charate, en la provincia de Cusco.
El caso fue denunciado en el Centro de Emergencia Mujer de Kimbiri y las diligencias policiales correspondientes ya se han realizado. Actualmente, el caso está en la Fiscalía Especializada de Charate. Sin embargo, la decisión sobre el aborto terapéutico aún no se ha tomado, a pesar de que la niña está claramente en una situación de grave peligro para su salud física y mental.
La niña fue llevada primero al hospital de Quillabamba, que la derivó al hospital Antonio Lorena de Cusco. Desde el 6 de octubre, se encuentra en este hospital, esperando que la junta médica se pronuncie sobre el aborto terapéutico. La niña está dentro del plazo, con 13 semanas de embarazo, y su salud está en grave riesgo. Su cuerpo no está preparado para llevar a término un embarazo, además, se encuentra en un estado de grave afectación por estrés postraumático, sufre de depresión severa y tiene ideación suicida.
La madre de la niña ha enviado varias cartas a los hospitales, pidiendo ayuda para su hija. En ellas, describe el estado de desesperación de la niña, que dice constantemente que quiere morir y que no quiere continuar con el embarazo. Además, la niña no come ni duerme.
Chávez indica que la decisión sobre el aborto terapéutico debería haberse tomado en un plazo máximo de 48 horas después de la detección del embarazo; no obstante, la junta médica aún no se ha pronunciado, incumpliendo con su deber de garantizar el derecho de la niña a la salud y a la vida.
GRAVE DENUNCIA
Asimismo, la letrada denuncia que se ha observado que miembros de una congregación religiosa han tenido acceso al hospital, donde han estado hostigando a la madre de la niña e intentando disuadir a ambas de realizar el aborto terapéutico. Esto está favoreciendo la injerencia de actores externos que no deberían tener permitido el acceso al establecimiento de salud, y que están menoscabando el derecho a la tranquilidad de la niña y de su madre.