En la densa selva del Putumayo, una extensión de tierra fronteriza con Colombia, se esconde una nueva forma de procesar el alcaloide de cocaína. Los hampones han aprendido a utilizar un método colombiano para extraer esta droga.
Un equipo de la Dirandro Huallaga logró tomar el control por primera vez de uno de los últimos bastiones del narcotráfico en la zona. Desde el cielo se puede apreciar la gran magnitud de los cocales y la importancia estratégica de los laboratorios de producción, que fueron destruidos en una reciente operación.
Tras 16 horas de viaje, lograron llegar a un espacio de una extensión de más de 13 mil hectáreas dedicadas al cultivo de la hoja de coca. Es importante detallar que para la elaboración de 1 kilo de pasta básica de cocaína se necesitan 125 kilos de hoja de coca.
PRODUCCIÓN
“Este grupo de traficante de drogas utilizaba un motor para el picado de la hoja de coca. Por intermedio de las palas eran trasladas hacia los cilindros, en los cuales hacen el proceso de maceración con los respectivos insumos químicos; luego de haber realizado ese proceso de maceración, es extraído por intermedio de esta canaleta artesanal hecha de calamina, en la cual discurre el líquido hacia un recipiente. Estos son introducido hacía unos tanques donde se realiza el siguiente proceso para la elaboración de drogas”, detalló uno de los efectivos.
Las autoridades advierten que esta nueva forma de producción podría abrir la puerta a un auge económico para las mafias por la reducción en los costos que genera esta técnica.