La familia de joven, que fue atacado por un agente policial en Ayacucho se encuentra aterrorizada, ya que el denunciado fue liberado y los ha amenazado directamente de muerte. La hermana del afectado habló en exclusiva con Buenos Días Perú para dar más detalles del caso y pedir garantías para su vida y la de su familia.
"Estamos con temor a que este efectivo policial pueda atentar contra mi familia, en especial contra mi hermano, ya que él desde su propia boca les ha dicho 'te voy a matar'", manifestó.
LOS HECHOS
Un joven denuncia haber sido agredido por un suboficial técnico de tercera de la Policía Nacional del Perú, identificado como Jesús Marlon Pérez Norambuena, durante la mañana del pasado 26 de junio, en el cruce de la avenida Mariscal Cáceres y el jirón Asamblea de la ciudad de Huamanga.
Los hechos se suscitaron, cuando la víctima se encontraba comiendo en un puesto de comida rápida tras salir de una discoteca, cuando Pérez -en aparente estado de ebriedad- apareció gritando a todas las personas que se encontraban en el lugar, por una presunta intervención. Según indicó la hermana del agraviado, el joven le preguntó al agente por qué estaba insultando, lo que enfureció a la autoridad e inició el enfrentamiento.
De acuerdo a la víctima, Pérez Norambuena comenzó a amenazarlo y a hostigarlo para que empezaran a pelear, pero él no quería responder, ya que el efectivo era una persona mayor. No obstante, el joven tuvo que devolver los golpes al verse acorralado por el sujeto.
Cámaras de seguridad de la zona captaron la gresca, que paró cuando el dueño del puesto de comidas se interpuso entre ambos hombres. Parecía que el problema había acabado ahí, luego que el policía tomara un taxi para retirarse; sin embargo, en realidad el sujeto se había dirigido a sacar un arma a su centro de trabajo, la Devincri Ayacucho.
Pérez Norambuena regresa al lugar de los hechos para volver a enfrentarse a la víctima, pero en esta ocasión sacó la pistola y comenzó a disparar contra el joven, quien al percatarse huye. Es ahí que se desata una persecución, donde el agraviado solo atina a intentar esquivar las balas.
Gracias al apoyo de serenazgo, el efectivo pudo se capturado. Tras la intervención, se informó que el agente no cuenta con licencia para portar armas, y aún así cogió una ajena. Posteriormente, fue denunciado por el delito contra la vida el cuerpo y la salud – peligro común en la modalidad de uso de arma de fuego en estado de ebriedad o drogadicción.
A los afectados se les había informado que el detenido había sido puesto en manos del Ministerio Público que ya habría solicitado 9 meses de prisión preventiva; sin embargo, fue puesto en libertad.