Cuando se celebra la tradicional fiesta del corte de pelo en Puno, el cabello de los niños bautizados vale oro, pues los padrinos y otros familiares están comprometidos a donar dinero en efectivo a cambio de un poco de cabello.
Antes de celebrar la ceremonia, cada padrino recibe un lechón por haber aceptado el compromiso y se chaccha la coca en agradecimiento a la madre tierra. Tras ello, previo brindis se inicia el corte del cabello.
Se puede recaudar miles de dólares en esta tradicional actividad. El dinero del corte de pelo está a cargo del secretario de la ceremonia, que generalmente es un pariente de confianza.