El distrito de Mi Perú vive días de zozobra tras las constantes fugas de gas registradas en un grifo ubicado en la avenida Cusco, situación que mantiene a los vecinos en alerta permanente por el riesgo de una deflagración similar a la tragedia de Villa El Salvador, ocurrida en 2020.
DENUNCIA VECINAL
Según los residentes, las emanaciones son frecuentes y, en cada episodio, el olor invade las viviendas. El sábado por la noche, una nueva fuga obligó a evacuar a las familias, mientras varias unidades de bomberos acudían para controlar la emergencia.
“Era una humareda… el gas se expande y una chispa podría haber provocado una tragedia”, recordó un vecino, visiblemente preocupado.
Los habitantes denuncian que el establecimiento no cuenta con permisos ni licencias y lo califican como un grifo clandestino. Pese a ello —afirman— ha retomado operaciones en más de una ocasión, incluso después de clausuras anteriores.
La mañana del domingo, la municipalidad de Mi Perú ejecutó una clausura temporal, pero la medida no calmó los ánimos. El alcalde Irvin Chávez fue increpado por los vecinos, quienes cuestionaron la falta de acciones definitivas.
El burgomaestre explicó que los municipios tienen competencia limitada sobre este tipo de infraestructuras: pueden suspender la actividad comercial, pero no intervenir directamente en las válvulas o instalaciones técnicas que presentan fallas, pues esa labor recae en Osinergmin.
“Si la válvula falló, es Osinergmin quien determina las acciones. Nosotros solo podemos impedir la atención al público”, señaló.
Horas más tarde, Osinergmin también impuso una clausura, reforzando el cierre del grifo mientras se evalúan las condiciones de seguridad.
Aun así, los vecinos exigen que el establecimiento sea cerrado de forma permanente, pues temen que una nueva fuga pueda terminar en una tragedia imposible de revertir.


