El general en retiro Eduardo Pérez Rocha, exdirector de la Policía Nacional del Perú, analizó en Buenos Días Perú los errores operativos cometidos durante las protestas del 15 de octubre, en las que un manifestante perdió la vida tras recibir un disparo efectuado por un agente policial.
Pérez Rocha explicó que todo operativo debe contar con un plan detallado que especifique funciones, personal, logística y, sobre todo, la prohibición del uso de armas letales durante el control de multitudes. “El único autorizado para disponer el uso de armas es el jefe operativo. Se ha fallado en la cadena de mando”, advirtió.
AGENTE ERA RECIÉN EGRESADO
El exdirector señaló que el suboficial involucrado tenía apenas dos años de egresado y no había prestado servicio en comisarías, como exige el reglamento. “No estaba familiarizado con intervenciones ni con el uso de armas. No me explico cómo estuvo armado y por qué hizo uso de su arma”, afirmó.
Según el general, el agente declaró que disparó al suelo, pero las filmaciones revelan inconsistencias. “Si disparó al suelo, la bala debía aparecer achatada. Sin embargo, no se ha presentado esa prueba”, indicó.
Pérez Rocha también cuestionó la participación de unidades que no pertenecen al control de manifestaciones, así como la falta de transparencia sobre el plan de operaciones. “Ese documento no puede considerarse reservado. Debe entregarse al Ministerio Público”, subrayó.
El exdirector recordó su experiencia durante el “Arequipazo” del 2001, cuando el plan operativo fue revelado sin inconvenientes y permitió esclarecer los hechos. “Se está actuando con desconocimiento del artículo 70 del Código Procesal Penal”, comentó.
Al referirse al pronunciamiento del comandante general de la Policía, quien identificó públicamente al autor del disparo, Pérez Rocha lo calificó de apresurado. “No hay análisis ni exámenes. Me parece peligroso adelantar responsabilidades sin pruebas”, señaló.
El general también abordó la precariedad institucional y la falta de equipamiento para el control de disturbios. “No tenemos tanquetas ni rochabús. Ni siquiera un extintor frente al Congreso cuando intentaron incendiar la puerta. Esto revela un grave déficit logístico”, sostuvo.
Finalmente, atribuyó la responsabilidad política al ministro del Interior y al comandante general de la PNP, quienes, según dijo, deben responder por la deficiente preparación y supervisión del operativo. “La muerte del manifestante es consecuencia de la falta de capacitación y de un sistema que ya no tiene plan nacional de seguridad ciudadana”, concluyó.