El colegio Micaela Bastidas, ubicado en el asentamiento humano Cruz de Motupe, en San Juan de Lurigancho, atraviesa una grave situación de inseguridad. La exdirectora de la institución presentó su renuncia tras recibir amenazas de muerte y ser víctima de una extorsión por parte de la banda criminal conocida como La Batería del Loco Aroni. Los delincuentes exigían el pago de 20 000 soles a cambio de no atentar contra ella y su familia, incluso enviaron fotografías de sus seres queridos para amedrentarla.
Clases interrumpidas por amenazas
La presión criminal llevó a que el colegio suspendiera temporalmente las clases presenciales y trasladara a sus alumnos a la modalidad virtual. Sin embargo, esta semana, tras una disposición de la UGEL 05, los estudiantes volvieron a las aulas. Pese a ello, el temor persiste entre docentes y padres de familia, quienes consideran que las condiciones de seguridad no son suficientes para resguardar a los menores.
Durante la jornada escolar de este lunes, se pudo observar escasa presencia policial en la zona. Un agente de la PNP firmó el cuaderno de control ciudadano, mientras algunos serenos acudieron por unas horas en una camioneta. Para los apoderados, estas medidas resultan insuficientes frente a las amenazas explícitas que incluyen incluso la posibilidad de detonar un explosivo dentro del plantel.
Cabe recordar que la organización delictiva señalada como responsable de estas amenazas ya ha sido vinculada a otros casos de extorsión y detonación de explosivos en San Juan de Lurigancho durante 2024. Los padres exigen mayor resguardo policial permanente y acciones contundentes contra esta banda que continúa sembrando miedo en el distrito.