En apenas siete días, el Callao ha sido escenario de cinco homicidios que confirman su alarmante posición como la tercera provincia más violenta del Perú, después de Lima y La Libertad. Según el Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana (SINADEF), en lo que va del 2025 se registran 125 asesinatos en el primer puerto.
BAÑO DE SANGRE EN UNA SEMANA
Uno de los hechos más recientes ocurrió en la cuadra 4 del jirón Huáscar, en La Perla, donde una camioneta familiar fue acribillada con más de diez disparos. Días antes, el 4 de agosto, Patricia Suiza Díaz fue asesinada a tiros en la puerta de una vivienda en el Callao.
El 8 de agosto, la violencia se multiplicó: en Santa Marina Sur, dos encapuchados asesinaron de ocho balazos a Paolo Jonathan de la Cruz Chong, padre de familia que conversaba con amigos frente a una capilla; esa misma noche, en Carmen de la Legua, otro ataque armado dejó a más víctimas.
Para el exministro del Interior, Cluber Aliaga, la impunidad y la falta de capacidad investigativa de la Policía Nacional son claves en el aumento de la criminalidad. La ausencia de resultados impulsa la justicia por mano propia y fortalece a las bandas organizadas.
El extitular del Mininter recordó que en 2016 se logró reducir los homicidios en el Callao con dos medidas: que ningún crimen quedara impune y un control territorial permanente en las zonas rojas. Hoy, sin embargo, la estrategia policial carece de recursos y continuidad.
Mientras tanto, la población chalaca vive atrapada en un círculo de violencia y miedo, en una provincia que alguna vez fue famosa por su gastronomía y tradición portuaria, pero que ahora es sinónimo de peligro constante.