“Recuerdo muy bien las palabras de la enfermera: ‘Ya tienes un nuevo corazón’”, cuenta Eduardo Caicay, un joven administrador que hoy vuelve a sonreír tras recibir un trasplante cardíaco que le devolvió la vida. En 2018 superó una leucemia, pero las secuelas de la quimioterapia deterioraron su corazón hasta dejarlo al borde de la muerte.
En 2023, sufrió un paro cardíaco y permaneció 14 días conectado a un sistema ECMO en el hospital Rebagliati. Su único camino era un trasplante urgente. Fue entonces cuando el INCOR de EsSalud logró lo que parecía imposible: hallar un donante compatible en provincia y realizar una operación de seis horas que le permitiría empezar de nuevo.
UNA NUEVA OPORTUNIDAD
Este año, el caso de Eduardo forma parte de los cuatro trasplantes realizados hasta el momento por EsSalud. Según la Sociedad Internacional de Trasplantes de Corazón y Pulmón, los pacientes que acceden a esta cirugía alcanzan una sobrevida promedio de 12,7 años, superando incluso la media global.
Hoy, Eduardo ha sido dado de alta y sueña con volver a trabajar, abrazar a los suyos y seguir viviendo con gratitud. Su historia no solo destaca la labor del equipo médico del INCOR, sino también recuerda el poder transformador de decir “sí” a la donación de órganos.