El colegio Fe y Alegría N.° 11, ubicado en la zona de Collique en Comas, quedó seriamente afectado tras el reciente sismo del 15 de junio. Aunque los daños en columnas, techos y pasillos ya habían sido advertidos desde 2022, la emergencia ha obligado a suspender las clases presenciales.
Más de 1000 estudiantes de primaria y secundaria llevan días en la virtualidad, pese a que muchas familias no cuentan con acceso adecuado a internet ni dispositivos suficientes.
Los padres denuncian que hace dos años la propia comunidad escolar costeó la reparación parcial de 14 de las 24 columnas dañadas, invirtiendo cerca de 110.000 soles, pese a que el colegio pertenece al Estado. Hoy, las condiciones han empeorado y las estructuras presentan nuevas rajaduras.
“No pueden maquillar el colegio con cemento. Si ocurre un accidente, ¿a quién vamos a reclamar?”, cuestionó uno de los padres.
HACEN LLAMADO A AUTORIDADES
Los afectados exigen al Ministerio de Educación y a la UGEL 4 una evaluación técnica urgente, el reforzamiento de la infraestructura y una solución definitiva que permita el regreso seguro a las clases. Mientras tanto, cientos de escolares siguen recibiendo clases virtuales con dificultades que afectan su aprendizaje.
