El 2024 cerró con cifras alarmantes de criminalidad. Según el Barómetro de Seguridad y datos de Ipsos, hasta septiembre, más del 75% de los peruanos vive con miedo al salir de sus hogares. La creciente ola de robos y delitos ha dejado a la población sumida en el terror, mientras los ciudadanos se preguntan dónde están los efectivos policiales cuando más se les necesita.
Imágenes que indignan
Cámaras de Buenos Días Perú hizo un recorrido por zonas como la Vía Expresa, donde registró a agentes policiales tomando siestas, usando sus celulares para fines personales e incluso incumpliendo normas de tránsito. Un video captado recientemente evidencia cómo dos efectivos ignoran la luz roja de un semáforo, un comportamiento que suelen sancionar en los ciudadanos.
Aunque muchos policías cumplen con su deber enfrentando el caos diario, otros utilizan su uniforme para fines alejados de su misión, como grabar videos para redes sociales. Estas actitudes infringen el régimen disciplinario policial y pueden derivar en sanciones que van desde deméritos para ascensos hasta arresto de rigor.
De acuerdo al exdirector de la PNP, Eduardo Pérez Rocha, el problema radica también en la falta de supervisión. Cada efectivo debe portar una libreta de control que registre sus actividades, pero la falta de supervisión adecuada refleja debilidades en los mecanismos de control interno de la institución.
Mientras tanto, el crimen sigue en aumento. Delincuentes actúan a plena luz del día y sin temor a ser identificados, convirtiendo las calles en su terreno de juego. En este contexto, los ciudadanos perciben desprotección y una sensación de abandono por parte de quienes deberían garantizar su seguridad.