En Lurigancho-Chosica, obreros y hasta animales salieron despavoridos tras la detonación de un artefacto explosivo en una construcción. Los responsables del explosivo se dieron a la fuga segundos antes de la explosión y aún no han sido identificados.
Este atentado ocurrió en la obras de la institución educativa 1267, ubicado en la zona de La Campiña, siendo el segundo registrado en el área en los últimos meses.
Cabe resaltar que, hace poco más de una semana, en el mismo lugar, ocurrió un doble crimen que se cree fue un ajuste de cuentas. Las víctimas fueron un obrero de construcción civil, quien era dirigente sindicalista, y un mototaxista.
Tras el primer atentado, la Policía inició investigaciones, pero parece que los delincuentes no temen a la acción policial, ya que una semana después regresaron para detonar un explosivo en la zona. Los vecinos prefieren guardar silencio, y tan solo un vigilante resguarda la construcción, a pesar de que se ha solicitado mayor seguridad a la policía.
Afortunadamente, este segundo ataque no dejó heridos, pero los residentes se encuentran temerosos, ya que nada asegura que los responsables no regresen por tercera vez. Se sospecha que detrás de estos actos podría estar una banda dedicada a cobrar cupos.
