La vida de una ciudadana venezolana cambió en unos segundos ya que perdió ambas manos tras sufrir un accidente al interior de su trabajo cuando apenas había cumplido un mes de trabajo.
Johanna Bastidas quedó con ambas manos inservibles en una máquina para hacer zapatos, luego que sus miembros superiores se quedaron atoradas en una máquina que operaba sin haber sido capacitada para ello.
Ya ha pasado por cinco cirugías, las cuales fueron costeadas por los dueños del taller, sin embargo, todavía hay una deuda pendiente con la clínica donde fue atendida.
La empresa ‘Kaprichos en diseño textil S.A.C’, donde sufrió el accidente, fue clausurada el 1 de julio del 2022, sin embargo, seguía funcionando en la clandestinidad.
Cabe señalar que la mujer extranjera era el único sustento de sus hijos que están en Venezuela.