Dos sujetos, uno vestido de civil con anteojos y otro con traje militar estaban por las inmediaciones de la casa de Luis Genaro Esteves Rodríguez, el suboficial del Ejército Peruano que lleva 8 días fugitivo de la justicia y es acusado de ser el presunto asesino de la joven enfermera Marisol Estela Alva.
Estos sujetos al verse descubiertos por un equipo de prensa de Panamericana Televisión, huyeron del lugar sin dar declaraciones, pero, ¿por qué huyen?, ¿por qué estas dos personas no respondieron al llamado del reportero?
Ante este incidente una pregunta es inevitable: ¿Quién protege al presunto asesino de la joven encontrada sepultada en cemento dentro de un cilindro?
¿Por qué una de ellos, vestido de militar aceleró su auto a toda velocidad .huyendo de nuestras cámaras la misma tarde que la policía puso la cifra de 20 mil soles de recompensa al que logre ubicar a Estebes Rodríguez?
Cabe señalar que tras la intervención policial de tres venezolanos que según testigos, la noche del último lunes 3 de diciembre habrían sido los cómplices de Estebes al momento de enterrar el cilindro con el cuerpo cubierto de cemento de la joven estudiante de enfermería.
Los extranjeros detenidos son parte del grupo de venezolanos que Luis Esteves conoció cuando los convocó para trabajar en su taller de panadería ubicado en su propia vivienda en Villa María del Triunfo, en ese lugar trabajaban preparando pasteles, dulces, empanadas, para ser repartidos en diferentes carretas por las zonas de este distrito.
Un video registró la noche del miércoles 19 de setiembre, donde Estebes, Marisol Estela y sus amigos venezolanos festejaban el cumpleaños de Rosmery Estela, la hermana de la joven víctima del cilindro.
En este nuevo video se confirmaría la hipótesis policial que estos ciudadanos venezolanos tienen mucho que esclarecer de lo que ocurrió aquella fatídica noche
Lo cierto es que hasta el momento se desconoce el paradero de Luis Genaro Estebes Rodríguez y su propia familia a preferido el silencio, pero los dos sujetos que merodeaban causan más de una suspicacia, ¿quiénes son los que huyen de nuestras cámaras? ¿quién oculta al suboficial del ejército de 42 años?
Ante estos cuestionamientos, solo el Ejército Peruano tiene la última palabra.
