Sonreía pero minutos antes había ocasionado un aparatoso accidente de tránsito. Mientras conducía su camioneta por la avenida La Marina, embistió a Carlos Gonzalo Derenzin, trabajador de seguridad de un conocido restaurante de San Miguel cuando ayudaba a un cliente a retirar su auto del parqueo.
Negó haber bebido alcohol y el examen de dosaje etílico lo comprobó. Sin embargo su estado no era el mas óptimo, algo que incluso se notaba en su hablar. La mujer conocida en el mundo de la farándula argumentó a la policía que se encontraba bajo medicación y quedó en calidad de citada.
Pero la responsabilidad que debería asumir Rubí Loo sería la misma que si hubiese consumido alcohol, según el reglamento de tránsito. Los estupefacientes nublan la visión del conductor entre otros aspectos y conducir en este estado es una grave negligencia.
El examen toxicológico que le practicaron a Loo determinará si el tipo de medicación que consumía la incapacitaba para tomar el volante.