Muchos países han ofrecido una serie de recompensas y beneficios para aquellos que se vacunen, a fin de estimular a los que aún se rehúsan a hacerlo, en cambio, en Arabia Saudita se apostó por hacer todo lo contrario.
Su estrategia consiste en sancionar duramente a todos aquellos que no quieran vacunarse como no poder trabajar, no poder hacer trámites o incluso, restringir el uso del transporte público, por mencionar solo algunas de las restricciones para los no vacunados.
Estas medidas se aplican desde el primero de agosto para el sector público y desde el 9 de agosto para los privados, además, las autoridades recomiendan a los trabajadores a hacer ‘home office’ si no están inmunizados, así como restringir vacaciones o días festivos acumulados. Los no vacunados equivalen a un 23% de Arabia Saudita.