Una joven saudí, que fue retenida en el aeropuerto de Bangkok y a la espera de ser deportada a Kuwait, quedó bajo la protección del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) tras abandonar el aeródromo.
Su nombre es Rahaf Mohammed Al Qunun, de 18 años, y ella tenía previsto viajar a Australia, donde quería pedir asilo político, tras recibir amenazas de muerte de su familia, de la que huyó tras renunciar al Islam y rechazar un matrimonio concertado.
"Por razones de confidencialidad y protección, no estamos en posición de comentar los detalles de la reunión ni el resultado de esta", indica la agencia de la ONU en un comunicado y recuerda el principio de no devolución a sus países de origen de refugiados y solicitantes de asilo.