Nubes de ceniza, lava y erupciones volcánicas, son parte de la furia de de la naturaleza que ya ha sido vivida en Hawai por el volcán Kilaue y en Guatemala por el volcán de Fuego. Tras la erupción de un volcán las imágenes son devastadoras e impresionantes, como la registras en los últimos días en Guatemala, donde la lava y las cenizas acaban con todo a su paso, y en cuestión de minutos se convierten el peor verdugo para quienes se encuentran en su paso.
En América Latina hay decenas de colosos activos, que aunque parezcan dormidos representan el mayor peligro para las poblaciones, como el Popocatépetl, en México, que es uno de los dos volcanes más activos, y más monitoreados de ese país y está situado entre los estados de Puebla y Morelos. Cabe señalar que entró en actividad desde 1994 y hasta el momento se han registrado emisiones de lava y ceniza , sin embargo una erupción de gran intensidad podría afectar unos 25 millones de personas.
En otro lugar de ese país está el Colima, que es considerado el más activo de país azteca, y en los últimos años ha expulsado humo y material incandescente en varias ocasiones, este coloso se ubica en los límites de los estados de Jalisco y Colima y ya obligó a evacuar a comunidades vecinas desde 2015.
Otro gigante dormido está situado en el departamento de Nariño, en Colombia se encuentra el Galeras y durante los últimos años ha mantenido una actividad con explosiones y expulsión de ceniza y humo. En ese mismo país se encuentra el nevado del Ruiz con sus 5.364 metros, que causó 1985 la peor tragedia de la historia en ese lugar pues mató a más de 25 mil personas de la población de Armero.
Cabe señalar que nuestro país tampoco está libre de panoramas como estos pues en Moquegua , el Ubinas es el volcán más activo y vigilado constantemente por el Instituto Geológico,su último período actividad se registró en 2009 , con explosiones moderadas y expulsión de ceniza y humo.
