En Brasil, cerca de 300 personas ayudaron a devolver al mar a una ballena jorobada que había quedado varada en la playa Rasa, situada en la ciudad de Búzios. Según medios locales, el animal pesaba alrededor de 28 toneladas, medía unos 13 metros y estuvo echada en la orilla durante un día.
Un grupo de especialistas le suministró analgésicos para así tratar de aliviar su dolor, mientras que voluntarios empleaban palas con el fin de retirar la arena que había alrededor de ella.
Finalmente, con la ayuda de una excavadora y de embarcaciones que utilizaron cuerdas para moverla, el cetáceo logró regresar al océano.