Mientras todo era caos y pánico a los alrededores del Manchester Arena de Inglaterra, hay quienes no dudaron en solidarizarse con aquellas personas que intentaban buscar refugio.
Héroes que algunos de forma anónima colaboraban y otros como un taxista que de forma gratuita trasladaba a quienes salían despavoridos. Otra persona que también fue parte de esta desgracia pero no se rindió ante lo sucedido fue un indigente que esperaba a los asistentes a la salida para poder pedir limosna pero cayó ante la explosión, sin embargo prestó su ayuda.
Asimismo, vecinos y personal de locales de la zona se ofrecieron a alojar a gente que no pudiera llegar a casa tras el cierre de las calles e incluso a muchos menores que atemorizados vagan sin rumbo.